El Ministerio de Defensa de Rusia informó que sus fuerzas armadas lanzaron por segundo día consecutivo un ataque masivo con misiles de largo alcance y alta precisión disparados desde el aire y el mar contra instalaciones militares de mando y control, y blancos del sistema energético de Ucrania.
Aunque la escala del ataque es menor de la que se produjo un día antes, se reportó una multitud de explosiones por todo el país.
«Todos los objetivos designados fueron alcanzados», recalcaron desde el ministerio de Defensa, a traves de su vocero, teniente general, Ígor Konashénkov.
Rusia ejecutó esta acción al día siguiente que el presidente Vladímir Putin calificara la reciente explosión en un tramo del puente del estrecho de Kerch, en Crimea, como «acto terrorista».
En una reunión del Consejo de Seguridad de Rusia, Putin advirtió que Rusia responderá de forma drástica a cualquier intento de perpetrar atentados en su territorio.
Durante esta jornada, se informó de una serie de impactos en regiones tanto del este como del oeste del país. Entre los objetivos alcanzados figura la central termoeléctrica Ladyzhínskaya, en la región de Vínnistia, cuyo equipo energético resultó dañado.
La aviación táctica y las fuerzas de misiles y artillería destruyeron 46 unidades de artillería en posiciones de tiro, 156 sitios de mano de obra y equipo militar, dos bases de almacenamiento de combustible para equipo militar ucraniano, un depósito de municiones y cohetes HIMARS.