“Estamos muy intranquilos con lo que está ocurriendo en la región”, así resumió el presidente Luis Arce su posición respecto al accionar de la derecha -con el afán de tomar lo perdido en elecciones en “función de desestabilizaciones y uso de la violencia”- en países gobernados por presidentes progresistas.
En una entrevista con la agencia Telam, en Argentina, consideró que en este contexto es central el papel de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), bloque de integración regional creado en 2011 y que agrupa a 33 países.
“Si no han ganado en las urnas (el gobierno) no pueden pretender llegar al poder en función de desestabilizaciones y uso de la violencia. Así que nosotros estamos muy intranquilos con lo que está ocurriendo en la región”, advirtió Arce, quien participó en Argentina de la Cumbre de la Celac.
En hechos recientes, grupos violentos vinculados al expresidente de Brasil Jair Bolsonaro tomaron el 8 de enero los edificios de los tres poderes del Estado en Brasilia, a pocos días de que asumiera el poder el presidente de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva, tras ganar las elecciones en segunda vuelta a Bolsonaro.
“Tenemos el ejemplo de lo que pasó en Brasil, pero también lo que pasó en nuestro país es un ejemplo de que la derecha internacional no está durmiendo, sino que quiere desestabilizar los gobiernos de izquierda y progresistas de nuestra región”, advirtió.
En Bolivia, cuando Arce ganó las elecciones, grupos relacionados al Comité pro Santa Cruz se trasladaron hasta la puerta de cuarteles y en medio de oraciones pedían que no permitan que el ganador de las elecciones de 2020 tome el poder. El cívico Rómulo Calvo denunció irregularidades en las elecciones, pese a los informes contrarios de veedores internacionales.
También a la cabeza de cívicos cruceños se encaminaron protestas en contra del gobierno boliviano en 2021 y 2022 con muertes y altos niveles de violencia. En el discurso estaba presente el de la “receta” de 2019, haciendo alusión al golpe de Estado.
Recientemente y tras la detención del excívico Luis Fernando Camacho por el caso del Golpe de Estado I, en 2019, la violencia volvió a Santa Cruz con la toma de aeropuertos; la toma, saqueo y quema de edificios públicos, y un ataque constante al Comando de la Policía. El objetivo, libertad de Camacho, quien se encuentra recluido en Chonchocoro, en La Paz.
Vía: ABI