Los diferentes tipos de contaminación ambiental
Si bien la contaminación ambiental es la presencia de instancias nocivas en un medio (medio ambiente) que le provocan daño, cabe destacar que la contaminación ambiental en general, en su inmensa mayoría es provocada por el ser humano mediante sus actividades depredadoras de la naturaleza.
En tal sentido también puede entenderse a la contaminación ambiental como la impregnación del aire, del agua o el suelo con productos que afectan a la salud del hombre, la calidad de vida o el funcionamiento natural de los ecosistemas.
Pero la contaminación ambiental no se reduce a un par de definiciones, sino que va mucho más allá, ya que existen diferentes tipos de contaminación, igualmente dañinas y nocivas, tanto para el medio ambiente natural, la biodiversidad y la salud humana, siendo objetivo de este artículo el reseñar esos paradigmas heterogéneos.
Contaminación atmosférica
Es posible definir a la contaminación atmosférica como a la presencia en el aire de elementos ajenos a su composición y que son capaces de provocar daños de diferente magnitud contra la naturaleza en general y la humanidad en particular.
Por su parte, nuestra Ley 1333 del Medio Ambiente especifica que contaminación atmosférica es “la presencia en la atmósfera de uno o más contaminantes, de tal forma que se generen o puedan generar efectos nocivos para la vida humana, la flora o la fauna; o una degradación de la calidad del aire, del agua, del suelo, los inmuebles, el patrimonio cultural o los recursos naturales en general”.
En cuanto a los contaminantes que afectan la atmósfera, la misma normativa estima que un contaminante atmosférico es “materia o energía en cualquiera de sus formas y/o estados físicos, que al interrelacionarse en o con la atmósfera, altera o modifica la composición natural de ésta.
Recordemos que los principales elementos (gases) que componen la atmósfera, en un porcentaje aproximado, son el nitrógeno (78%) y el Oxigeno (21%), además de otras sustancias.
Contaminación hídrica
También es llamada “contaminación de las aguas”. Es en esencia la alteración de las aguas con sustancias que provocan su degradación e inclusive toxicidad, tanto así que cualquier forma de vida que se desarrolle en el agua puede sufrir serias afectaciones e inclusive su extinción total en ese medio, tales como algunas especies de algas o de fauna piscícola.
Entre otras consecuencias nocivas es posible citar a la salud de las personas que se ve afectada con el consumo de aguas tóxicas, es decir no potables, no aptas para el consumo humano. Pero también son afectados los animales, tanto silvestres como domésticos, pues como no les queda alternativa sino consumir aguas tóxicas que anteriormente estaban libres de contaminantes, entonces se enferman y mueren.
“La contaminación hídrica o de las aguas es la presencia en las mismas de elementos ajenos capaces de provocarles graves daños como su pérdida de oxígeno a causa de derrames y/o acumulación de basura, desechos tóxicos, minerales, combustible y otros que a su vez ocasionan males e inclusive la muerte a los animales, a la naturaleza y desde luego al ser humano”.
La Ley 1333 del Medio Ambiente, en referencia al particular, establece que la contaminación de las aguas es “la alteración de las propiedades físico – químicas y/o biológicas por sustancias ajenas, por encima o debajo de los límites máximos y mínimos, según corresponda, de modo que produzcan daños a la salud del hombre, deteriorando su bienestar o su medio ambiente.”
Contaminación de los suelos
Es la polución de los suelos provocada por sustancias y elementos dañinos que provocan su degradación, afectando su consistencia, fertilidad y humedad, tales como la minería, la tala de árboles, las quemas y chaqueos, así como el uso y vertido de químicos y de desechos.
“Es la presencia de sustancias, preparados (agroquímicos), microorganismos o formas de energía en el suelo. Hay que tener en cuenta que también la propagación y/o traslado incontrolado de esas sustancias provoca la degradación de la calidad del suelo. La degradación de los suelos se produce por erosión, la presencia de desechos dañinos, abonos fertilizantes artificiales, pesticidas, herbicidas y cultivos transgénicos.
El diccionario especializado considera que “La contaminación del suelo se debe esencialmente a los residuos agrícolas y urbanos. La primera es relativamente escasa, pero la segunda (básicamente basuras domésticas e industriales) plantea problemas debido a su abundancia y a su variada composición. Algunos residuos son biodegradables (papeles, residuos alimentarios) y otros pueden ser reciclados (vidrios, metales, cartones); otros aún, como el plástico, deben ser incinerados”.
Contaminación por vertido de desechos
Si bien puede ser considerado como un tipo de contaminación ambiental, sobre todo es uno de los que genera otras modalidades de polución como la contaminación hídrica y la de los suelos con personas y animales hurgando entre los desechos para buscar algún alimento.
Y es que el manejo inadecuado de residuos sólidos provoca serios problemas ambientales como la contaminación del suelo, del agua y la proliferación de fauna nociva transmisora de enfermedades, entre otros. … Más tarde, los tractores dispersan la basura, aplanan el terreno y por último lo cubren con una capa de tierra.
Es necesario estar conscientes de que el problema de la basura y su eliminación se ha convertido en un tema crucial a nivel global ya que los residuos que generamos, además de ocasionar un gasto social y económico importante, tienen un alto costo ambiental para toda la población y el planeta.
Contaminación acústica
Por su parte la contaminación acústica es la presencia en el ambiente de ruidos o sonidos excesivos provocados por las actividades humanas. Ello provoca daños a la naturaleza, a los animales y desde luego, a la salud de las personas, además que afecta a las infraestructuras.
“La contaminación acústica son los ruidos que afectan al comportamiento y la salud de los seres humanos y animales; los mismos llevados a extremos pueden causar sordera, afectar el comportamiento y aún la muerte. Los productores del ruido que diariamente perturban el ambiente son: el nivel de presión sonora que produce un avión, un helicóptero, automóvil, motocicleta, cortadora de césped, otros aparatos eléctricos y electrónicos, el ruido producido por fábricas y construcciones, etc.”
La contaminación acústica es capaz de debilitar a las estructuras geológicas, enfermar a la flora y volver irritables a los animales y desde luego, a las personas, a quienes causa estrés, ansiedad y dolor de cabeza. Algunas referencias al respecto indican: “el índice de sonido producido por las bocinas sobrepasa los 110 decibeles de los cincuenta a setenta que puede tolerar el oído humano sin sufrir daño, añadiéndose a ello el ruido de maquinaria de construcción y reparación que conjuntamente a los motores y al chirrido de frenos de los rodados se suman al concierto”.
Contaminación visual
La contaminación visual que es la presencia de elementos visuales en un paisaje que alteran su estética, se puede dar tanto en entornos urbanos como naturales. En tal sentido la contaminación visual en entornos urbanos podría ser considerada como la que altera la estética de infraestructuras como calles, avenidas, vías peatonales, puentes, viviendas, edificios, plazas, parques y paseos, entre otros.
Por su parte la contaminación visual en espacios naturales se produce cuando la belleza de los paisajes y panoramas de la naturaleza, así como sus elementos, son alterados por el vertido de desechos, cableados, la deforestación, la edificación de infraestructuras (casas, condominios, barracas, ingenios mineros, vías vehiculares y otros).
Contaminación lumínica
En realidad la contaminación lumínica corresponde a la alteración de la oscuridad natural de la noche, provocada por luz excesiva, desaprovechada, innecesaria o inadecuada y que es generada por el alumbrado de exteriores, la cual genera impactos en la salud y en la vida.
Este tipo de contaminación se da cuando se instalan letreros luminosos, pantallas electrónicas enormes, ya sean fijas o móviles, así como reflectores y otros que generan una mescolanza de ondas luminosas de toda intensidad, en síntesis, un caos de luces en general.
Contaminación electromagnética
Este tipo de contaminación consiste en la presencia de influencias nocivas a la salud de las personas y de la naturaleza que se traduce a radiaciones nocivas provocadas por el exceso de antenas de telecomunicaciones, así como algunos electrodomésticos o el manejo inadecuado de dispositivos móviles y aparatos semejantes.
Al respecto una consideración que también denomina electrosmog a la contaminación electromagnética, la estima como a la presencia de diversas formas de energía electromagnética en el ambiente, que por su magnitud y tiempo de exposición pueden producir riesgo, daño o molestia a las personas, ecosistemas o bienes en determinadas circunstancias.
Cabe agregar que la energía electromagnética es la cantidad de energía almacenada en una región del espacio. La fuente principal de energía electromagnética es el sol, pero las fuentes creadas por el hombre son responsables de grandes cantidades de radiación electromagnética (la llamada artificial) en nuestro medio ambiente, de ahí que la radiación es la propagación de energía en forma de ondas electromagnéticas o partículas subatómicas a través del vacío o de un medio material.
Contaminación nuclear
A la contaminación nuclear, muy parecida a la electromagnética, también se la llama contaminación radioactiva o radiactiva y es la que se produce en el aire, el agua, el suelo y otros espacios debido a sustancias radiactivas que entre otros, generan los residuos nucleares.
Es así que la radioactividad es una forma de energía nuclear, usada en medicina (radioterapia) y consiste en que algunos átomos como el uranio, radio y torio son “inestables”, lo que hace que pierdan constantemente partículas alfa, beta y gamma (rayos X). De tal manera a radiación es la propagación de energía en forma de ondas electromagnéticas o partículas subatómicas a través del vacío o de un medio material.
En cualquier situación los efectos dependen de la cantidad de radioisótopos contenidos en el organismo, de tal manera tenderían a dañar las células y a conseguir que intervengan estropeando muchos procesos fisiológicos e inclusive dar pie a tumores, sobre todo si existe la predisposición genética cancerígena. Hay que aclarar que un radioisótopo es un átomo que tiene un exceso de energía nuclear, lo que lo hace inestable.
/Vladimir Ledezma M