La lluvia apareció en Sochi a seis vueltas de la bandera de cuadros, dificultando la adherencia y obligando a pilotos y equipos a tomar decisiones cruciales.
Norris y Pérez decidieron permanecer en pista cuando marchaban primero y tercero, no así Hamilton, que estando segundo, ingresó por llantas para lluvia en la vuelta 49 de 53. La lluvia empeoró, Norris se despistó y cedió el liderato a Hamilton. Pérez, Alonso y Norris ingresaron a fosos a dos giros del final, perdiendo lo que hubiera sido la primera victoria para el joven inglés, el onceavo podio para el mexicano y el cuarto puesto para el bicampeón español.
Hamilton supo leer mejor las condiciones climáticas y anticipó su última detención. El campeón impuso un ritmo inalcanzable en los últimos giros, luciendo un manejo impecable sobre pista mojada y condujo su Mercedes a la victoria número 100, un logro sin precedentes dentro de la máxima categoría del automovilismo que le permite encabezar nuevamente el campeonato de pilotos con dos puntos de diferencia sobre Verstappen.
Verstappen ingresó en la vuelta 50 cuando marchaba séptimo, se vio favorecido por las paradas tardías de sus antecesores y terminó en la segunda posición, minimizando al máximo la ventaja que Hamilton logró con su victoria. Terminar segundo después de arrancar último por penalizaciones encadenadas, representa un logro extraordinario.