Gobierno destaca fortaleza del modelo económico para responder a eventos adversos
El Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP) hace que Bolivia responda con crecimiento, baja inflación, reducción del déficit fiscal y de desempleo ante el contexto internacional adverso, tras la crisis provocada por la pandemia del Covid-19 y los efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania, afirmó este lunes el ministro de Economía, Marcelo Montenegro.
La autoridad rememoró las acciones que encaró el gobierno del presidente Luis Arce tras recibir en 2020 un país con déficit fiscal y afectaciones por la pandemia del Covid-19, y que de manera estratégica y oportuna, cambió ese panorama con reconstrucción económica, empleo, salud e inversión.
“Nuestro Modelo Económico Social Comunitario Productivo tiene la tarea de llevar los excedentes económicos a dos elementos, a reinvertirlos en actividades generadoras de valor agregado y empleo; y a redistribuir los ingresos”, dijo en conferencia de prensa.
Según la autoridad, la pandemia y el conflicto bélico en Europa afectan a la economía mundial, aunque los más golpeados son los sectores de alimentos y combustibles con el incremento de precios.
Sin embargo, gracias al MESCP los precios de los alimentos y combustibles se mantienen estables en Bolivia, prueba de ello es que en 2022 el país cerró con una tasa de inflación de 3,1% y un nivel de déficit fiscal del 7,2%.
“En 2020, ya la economía no crecía, no había crecimiento, debido a las políticas aplicadas por el gobierno de facto que llevó a Bolivia a una recesión del -8,7%, una variación negativa no vista en cuatro décadas y con un déficit fiscal del 12,7%”, explicó.
A eso, se sumó los efectos de la pandemia del Covid-19, a las cuales el gobierno de Arce tuvo que enfrentar.
“Empezamos a reconstruir la economía, primero con el tema de la salud logrando entregar 23 millones de vacunas e ítems para disminuir la tasa de letalidad. Las respuestas que ha dado el Gobierno al escenario del Covid fueron las adecuadas, se volvió a impulsar la actividad económica con el Bono Contra el Hambre, se bajó los índices de desempleo y se reactivó a las unidades productivas con el crédito SIBOLIVIA”, destacó Montenegro.
Además, nuevamente se colocó a la inversión pública en los niveles adecuados en función a la reconstrucción económica.
Superado esos embates, aclaró, la economía volvió a sufrir un efecto convulsivo por los efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania, que elevó los precios de los hidrocarburos, energéticos, fertilizantes y agroquímicos.
“Frente a eso la economía boliviana le dio también una respuesta concreta. Entonces, la economía boliviana ha ido respondiendo de una manera adecuada a estos escenarios convulsivos que ha tenido y sigue teniendo la economía mundial”, ponderó.
Estas medidas, dijo, están orientadas a proteger la economía nacional de forma soberana, con estabilidad de precios y generación de fuentes de empleo.