Los extranjeros que lleguen a República Checa a partir de mañana, lunes 27 de enero, tendrán que presentar un test PCR reciente, a no ser que hayan recibido ya la dosis de refuerzo contra la covid-19.
De esta obligación, que busca limitar la expansión de la variante ómicron del coronavirus, están exentos los ciudadanos checos, quienes residen en el país y los menores de 18 años, para los que basta si tienen la pauta completa de inmunización.
La medida se aplica a las llegadas desde todos los países, informa Radio Praga. Quien no esté vacunado deberá presentar un segundo test PCR a más tardar siete días después de haber entrado en el país.
Medidas para Noche Vieja
Las medidas, anunciadas por el ministro de Sanidad, Vlastimil Valek, llegan en medio de una caída de los contagios, con una incidencia semanal acumulada de 563 casos por 100.000 habitantes, menos de la mitad que hace un mes, pero ante el temor que despierta la nueva variante ómicron.
Los actos culturales, como exposiciones o muestras, no podrán acoger a más de cien asistentes.