Las autoridades brasileñas recibieron denuncias de que por lo menos 30 niñas y adolescentes indígenas yanomamis habrían quedado embarazadas en el estado amazónico de Roraima tras ser violadas por mineros ilegales, que siembran el terror en la mayor reserva de Brasil.
El Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva anunció este viernes que investigará el caso. La denuncia fue hecha el lunes al Ejecutivo por el Consejo Indígena de Roraima (CIR) y revelada por el secretario nacional de los Derechos de los Niños y Adolescentes, Ariel de Castro.
«Pedimos más información al CIR para que tengamos los nombres de las niñas y pedir a la Policía Civil de Roraima, a la Policía Federal y al Ministerio Público de la Federación que investiguen posibles violaciones a personas vulnerables», informó a la prensa.
Las autoridades brasileñas declararon el estado de emergencia sanitaria en el Territorio Indígena Yanomami, una enorme reserva del norte de Brasil, fronteriza con Venezuela, ante el agravamiento de los problemas causados por la presencia de más de 20.000 mineros ilegales en busca de oro, que dejan ríos contaminados y provocan la propagación de enfermedades como la malaria.
Numerosas denuncias
Hay numerosas denuncias de abusos sexuales y otros delitos contra los derechos humanos cometidos por los mineros, entre los más de 27.000 indígenas que viven en la reserva.
Su situación de indefensión empeoró mucho durante el mandato del ultraderechista Jair Bolsonaro, quien llegó al poder en 2018 con un discurso a favor de la explotación comercial de las áreas protegidas de la Amazonía y con la promesa de no demarcar «ni un centímetro más» de tierra para los indígenas.