Las luchas por la memoria histórica continúan vivas en América Latina. Las autoridades de México anunciaron el domingo 5 de septiembre que retirarán definitivamente la estatua de Cristóbal Colón que estaba ubicado en una de la avenidas principales de Ciudad de México. En su lugar, colocarán el monumento a una mujer indígena.
La jefa del Gobierno de la capital azteca, Claudia Sheinbaum, consideró que este acto busca justicia social. “Es reconocimiento de los pueblos originarios y lo que representan las mujeres”, expresó la burgomaestre. La nueva obra, aún por esculpirse, ya tiene nombre: ‘Tlalli’, que significa “tierra” en lengua náhuatl.
A lo largo del continente, la figura histórica de Cristóbal Colón ha sido cuestionada desde distintos frentes, y ha reavivado la discusión sobre la “invasión” o “descubrimiento” de América. Los movimientos populares, principalmente indígenas, tomaron protagonismo y en algunos casos recurrieron a medidas de fuerza.
Estatuas derribadas en Colombia
Un grupo de indígenas del pueblo misak derribó la estatua de Cristóbal Colón ubicada en Barranquilla en junio de este año, durante las multitudinarias protestas contra el Gobierno de Iván Duque. Después de tumbar la escultura, escribieron en ella “por nuestros muertos”, registró la agencia EFE.
«Es importante encontrar la cabeza de la estatua, que es una de las partes formales más importantes de una escultura» opinó el arquitecto Salim Lefranc.
En mayo, otro grupo de misak ya había destruido la estatua del colonizador español Gonzalo Jiménez de Quesada, fundador de Bogotá. El hecho ocurrió muy cerca de la Casa de Nariño, residencia oficial del presidente. En septiembre de 2020, el monumento al español Sebastián Belalcázar fue derribado en Popayán, al suroccidente del país.
“Belalcázar fue un genocida que masacró a los pueblos que conquistó. Mis respetos a ellos, que hoy reivindican a sus muertos”, sostuvo en redes sociales la presidenta del Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS), Martha Peralta.
60 estatuas dañadas en Chile
Durante el estallido social de Chile en 2019, unas 60 estatuas resultaron dañadas por los manifestantes, según sus autoridades. Los objetivos fueron varios símbolos que tenían que ver con el proceso de colonización, entre ellos la Plaza Cristóbal Colón de Arica.
Así lo mostró el alcalde de la ciudad, Gerardo Espíndola, quien publicó fotos de la estatua derruida, con la cabeza separada del cuerpo. Dadas las características de la obra, “el Concejo de Monumentos Nacional se hará cargo de la investigación”, anunció el burgomaestre.
“Fue invasión”: pintaron estatua de Cristóbal Colón en Bolivia
La estatua de Cristóbal Colón en La Paz (Bolivia) amaneció pintada la mañana del 12 de octubre de 2020, día en que se recordaba el arribo del navegante al continente americano. La agencia EFE informó que se vio dibujada una chacana o cruz andina en el monumento.
La estatua de Colón ya sufrió hechos similares anteriormente, como uno el 15 de noviembre de 2018, cuando también apareció con pintura y con carteles que lo calificaban de genocida y que pedían la retirada de la pieza. “Nos mataron” y “fue invasión” se leía entonces en algunos de los carteles pegados cerca de la escultura.
¿Qué pasó con la estatua de Cristóbal Colón en Perú?
En el Perú no sucedieron manifestaciones radicales anticoloniales como en los países vecinos. El antropólogo Ramón Pajuelo dijo a La República en julio último que el fuerte nacionalismo del país y los símbolos de integración provenientes del Estado explican lo sucedido.
Para la historiadora Cecilia Méndez, la explicación tiene que ver con que en el Perú no existen movimientos indígenas con la fuerza que tienen los de Ecuador, Colombia o Bolivia. Otra hipótesis de Méndez es que en nuestro país no hubo una separación radical entre Estado y pueblos indígenas, como en Chile y Argentina.
Sin embargo, el monumento más conocido a Cristóbal Colón, ubicado en el paseo limeño que lleva su nombre, sí es centro de polémica. En octubre de 2020, un grupo de ciudadanos presentó una solicitud a la Municipalidad de Lima para que retire el monumento. “No existe en ninguna otra parte del mundo una estatua de Colón que sea tan ofensiva”, relató Abel Aliaga, uno de los impulsores de la iniciativa.