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Concluye la 32ª Cumbre de la Liga Árabe realizada en Arabia Saudita

El 32 periodo ordinario de sesiones de la Cumbre Árabe concluyó este viernes con la adopción de la Declaración de Jeddah, ciudad de Arabia Saudita donde se celebró la reunión, que reafirma la centralidad de la causa palestina por tratarse de uno de los principales factores de estabilidad en la región árabe.

“Condenamos en los términos más enérgicos las prácticas y violaciones que tienen como objetivo a los palestinos en sus vidas, propiedades y toda su existencia”, afirma el documento, que resalta además la importancia de intensificar esfuerzos para alcanzar una solución integral y justa de la cuestión palestina.

La Declaración de Jeddah apoyó la decisión del Consejo de la Liga Árabe a nivel ministerial, de reanudar la participación de las delegaciones del Gobierno sirio en las reuniones y sus organizaciones y agencias afiliadas.

“Esperamos que esto contribuya a apoyar la estabilidad de la República Árabe Siria, preservar su integridad territorial, reanudar su papel natural en el mundo árabe y la importancia de continuar e intensificar los esfuerzos destinados a ayudar a Siria a superar su crisis”, destaca el texto.

Las naciones árabes hicieron hincapié además en el cese de la injerencia de países extranjeros en sus asuntos internos, a la vez que expresaron su negativa a apoyar la formación de grupos armados y milicias fuera del ámbito de las instituciones estatales. Asimismo, destacaron que los conflictos militares internos exacerbarán el sufrimiento y la destrucción de los pueblos.

Para lograr un mundo árabe basado en la creatividad, la innovación, la seguridad, la estabilidad y el bienestar de sus ciudadanos, la Declaración de Jeddah sostiene la necesidad de emprender esfuerzos concertados.

“Afirmamos que el desarrollo sostenible, la seguridad, la estabilidad y vivir en paz son derechos inherentes del ciudadano árabe, y esto solo se logrará mediante esfuerzos concertados e integrados, combatiendo firmemente el crimen y la corrupción en todos los niveles, y movilizando energías y capacidades”, subraya.

Asimismo, la declaración resalta la importancia de invertir en tecnología para lograr un renacimiento industrial y agrícola árabe integral, y de esta manera fortalecer la solidaridad, la interdependencia y la unidad.

Las naciones participantes expresaron su compromiso y orgullo con sus valores y cultura basados ​​en el diálogo, la tolerancia y la apertura, y la no injerencia en los asuntos de los demás bajo ningún pretexto.

“Buscamos mejorar la preservación de nuestra cultura y nuestra auténtica identidad árabe entre nuestros hijos e hijas, y dedicar su orgullo a nuestros valores, costumbres y tradiciones establecidos”, señaló el documento, que refiere además el interés de los países árabes de establecer puentes con otras culturas.

La declaración afirma que apoya los esfuerzos internacionales y regionales destinados a alcanzar una solución política integral a la crisis en Yemen, a la vez que respalda al Consejo de Liderazgo Presidencial en ese país para establecer la seguridad y la estabilidad.

En cuanto a la crisis en Sudán, la Cumbre Árabe considera las reuniones de los partidos de ese país Jeddah constituyen un paso que se puede construir para poner fin al conflicto y rechaza cualquier injerencia externa que tenga como propósito avivarlo.

A la vez, la cumbre aprecia el entusiasmo y el interés de Arabia Saudita en brindar las condiciones apropiadas para lograr el crecimiento económico en la región árabe.

La Cumbre Árabe recién concluida acogió una elevada participación sin precedentes de líderes árabes, con la presencia del jefe de Estado sirio, Bashar al-Assad, luego de una ausencia de cumbres anteriores desde 2011.

En su intervención en la cumbre, el mandatario sirio instó a identificar los retos que amenazan el futuro de los pueblos árabes y generan crisis ahogan a las generaciones futuras. Asimismo, se refirió a la aparición de un mundo multipolar en el escenario internacional carente de principios, de moral y de amigos.

“Es una oportunidad histórica para reordenar nuestros asuntos con la menor injerencia extranjera, lo que exige reposicionarnos en este mundo que hoy se forma”, subrayó.

El dignatario sirio vio en la celebración de la cumbre el inicio de una fase de acción árabe que favorezca la solidaridad y contribuya al logro de la paz, el desarrollo y la prosperidad de los países de la región.

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