Arce rinde homenaje a Apiaguaiki Tüpa: Los líderes no nacen, se forman en la batalla
En el municipio de Monteagudo, otrora los Sauces, el presidente Luis Arce rindió homenaje este miércoles al líder indígena Apiaguaiki Tüpa, a 131 años de su ejecución en manos del Estado republicano, y recordó que demostró que “los líderes no nacen, se forman, se hacen en la batalla, en la lucha”.
Ante una multitudinaria concentración, donde estuvo el alcalde Ademar Carvajal y el ejecutivo de la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente Chaco y Amazonia de Bolivia (CIDOB), Justo Molina, recordó la lucidez y la capacidad de aquel líder que nació en 1863 de una mujer que fue esclavizada en una hacienda a orillas del río Parapetí.
Habló de sus progenitores que lo forjaron en su infancia y adolescencia y del rol de su mentor, Güirarayu, quien le enseñó las artes chamánicas y lo convirtió en un gran ipaye, una persona que curaba las enfermedades y predecía el futuro.
“Era abnegado y muy comunicativo, podría interpretar los fenómenos de la naturaleza y podía predecir los que pasaría”, rememoró.
Cuando rosaba los 28 años fue reconocido como ipaye en la asamblea de Kuruyuqui y luego nombrado jefe de las comunidades que organizó para el levantamiento contra los hacendados.
El levantamiento indígena de 1892, dirigido por Apiaguaiki Tüpa, se extendió a los departamentos de Chuquisaca y Santa Cruz.
La sublevación fue aplastada en lo que posteriormente se bautizó como la “Masacre de Kuruyuqui”, considerada la vergüenza histórica más grande para las élites dirigentes de Bolivia.
En enero de 1892 fue aplastada la última resistencia guerrera de los chiriguanos, en la que fueron asesinados 6.100 personas en una cacería humana ejecutada con las armas del Ejército boliviano.
El 29 de marzo de ese año, Apiaguaiki Tüpa fue ejecutado en Sauces, hoy Monteagudo, Chuquisaca, por orden del coronel Melchor Chavarría, quien ordenó su tortura y fusilamiento.
“Esto es muy importante recordar, porque se demuestra que los líderes van forjándose en el tiempo, los líderes no nacen, se forman, se hacen en la batalla, en la lucha”, afirmó.
Apiaguaiki Tüpa se forjó como un líder “en la guerra, resistiendo la injusticia que ocurría en ese momento con los hermanos guaranís”, aseguró y destacó su espíritu combativo, que no aceptaba las injusticias.
“Queda pues muy claro, en ese momento, en este y en los siguientes, que el valor de nuestros hermanos indígenas aquí va a ser siempre reconocido y nuestro ApiaguaikiTüpa ha quedado en la posteridad como el gran líder que protagonizó ese levantamiento contra las injusticias, contra todo tipo de opresión a nuestros pueblos indígenas”, afirmó Arce.