A 52 años del golpe de Estado de Banzer persiste la impunidad

A 52 años del golpe de Estado que dio inicio a la dictadura de Hugo Banzer Suárez, el abogado Juan del Granado consideró que existen temas pendientes para resolver, investigar y reparar con las víctimas y familiares de fallecidos y desaparecidos durante ese periodo.
Además, identificó que persiste la impunidad dictatorial.
El 21 de agosto de 1971, luego de un momento de profunda polarización en el país, el coronel Banzer junto a sus aliados entre los que estaban miembros de la Falange Socialista Boliviana (FSB) y del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) dieron un golpe de Estado al presidente Juan José Torres.
Tras asumir la presidencia, rompió el pacto con el MNR para luego iniciar un régimen militar que dejó a los partidos políticos de lado y también a las instituciones sindicales. El periodo estuvo marcado por la persecución y el exilio de los opositores.
“Bolivia había llegado en 1971 a una polarización que dividió la nación en dos de manera irreconciliable. Por un lado, quienes creían que había llegado la hora del cambio sin contemplaciones. Por el otro, la izquierda que atravesaba una etapa de euforia revolucionaria sin precedentes”, señala el libro “Historia de Bolivia” de Carlos Mesa.
La etapa en la que gobernó Banzer dejó saldos lamentables, víctimas de la dictadura, desaparecidos y fallecidos fue lo que dejó el régimen.
Acerca de los hechos suscitados durante ese periodo no se determinó ninguna sanción.
“En el caso de Hugo Banzer, Marcelo Quiroga Santa Cruz planteó el enjuiciamiento en 1979, es un juicio que se inició ante el parlamento nacional, que primero sufrió la interrupción por la masacre y el golpe de estado de (Alberto) Natusch en Todos Santos y que luego se diluyó completamente. No prosperó”, comentó Del Granado.

Asimismo, añadió que, en 1980, tras el golpe de Estado de Luis García Meza los documentos del caso desparecieron, al igual que los obrados que estaban en el parlamento
Haciendo un recuento de la época de dictaduras, Del Granado recordó que solo los implicados en la dictadura de García Meza recibieron sanciones, por lo que consideró que “resulta esencial en la agenda democrática el tema de la impunidad dictatorial, que está referida a los gobiernos de facto militares desde 1964”.
Tres años después del inicio de la dictadura de Banzer, se presentó un paquete de medidas económicas como la devaluación de la moneda, por lo que los campesinos iniciaron un bloqueo de caminos. El desenlace de este evento terminó en las masacres de Epizana y Tolata, luego de que se declarara el estado de sitio.
En 1975, Banzer se reunió con el dictador chileno, Augusto Pinochet, en Charaña para conversar sobre una posible salida al mar, pero que finalmente no prosperó.
Luego de siete años como presidente de Bolivia, en 1977 se convocó a elecciones y aunque se planteó la posibilidad de que fuera candidato, no consiguió su objetivo y se impulsó la postulación de Juan Pereda.
Las elecciones se realizaron el 9 de julio de 1978 y tuvieron como ganador al candidato de Banzer con el 50,88%, sin embargo, se observó la emisión de más votos que la cantidad de votantes registrados, por lo que se consideró como un fraude y se anuló el proceso electoral.